Brack y las comunidades indígenas

Todo mandatario, ya sea de una república, región o comunidad, rural o urbana, por las mismas limitaciones de todo ser humano, de no saber todo de todo, se apoya en asesores, personal ilustrado del tema a tratar; es indudable que este apoyo, profesional y/o de confianza, debe estar a la altura para poder resolver problemas o conflictos en buena pro del desarrollo y los intereses de quienes representa.

Antonio Brack, científico peruano, doctor en Ciencias naturales, natural de Villa Rica, provincia de Oxapampa, Pasco, de mucho acercamiento emotivo y formativo con las comunidades indígenas, ganador del Premio Nacional del Medio Ambiente - Bárbara D'Achille en 1996 y dos veces ganador del Premio al Mérito Forestal con Diploma del Congreso de la República por su contribución a la Ciencia y Tecnología, hoy Ministro de la República y candidato al premio Príncipe de Asturias en la categoría Concordia, por su inagotable e impecable aporte en diversos organismos internacionales como la FAO, de la OIMT, COTESU, USAID, DSE, GTZ, BID, PNUD, entre otros, en lucha por la conservación de nuestro hábitat natural y sobre todo el aprovechamiento racional de los recursos a través de los bionegocios en beneficio de quienes no tienen, encabezó una comisión designada para resolver el conflicto con los dirigentes nativos de San Lorenzo, capital de la provincia de Datem del Marañón, Loreto, que encabezaron el 9 de este mes, un paro, iniciado en protesta por la promulgación de los decretos 1015 y 1073, cuya mesa de diálogo se vio rota el pasado 15 de agosto, cosa que ambas partes se echan la culpa de no haber llegado a un acuerdo.

Lo cierto es que dicha comunidad no reconoce como autoridad a resolver el conflicto a Brack y su comisión, exigiendo, al parecer por consejo de sus asesores externos, la presencia de Del Castillo o del mismo García, presidente de la República. Recién en 1997, después de tanta explotación a esas comunidades se inicia en manera de ley una concientización de su presencia en el Perú con las leyes ambientales, por lo que su miedo es totalmente comprensible.

Es indudable que hay politización dentro de los proyectos indígenas, y en ellos mismos; los partidos políticos influyen tanto en el gobierno como en las comunidades para direccionarlos según sus fines; por otra parte, conociendo la currícula de Brack y por todo lo que ha luchado en todos estos años y desde distintas tribunas para bien del ambiente y de las comunidades, es que no me resta más que una sensación de lamento por quienes hacen oídos sordos a alquien que tanto ha aportado.

Marco Palacios