Ecuador: Constitución también para los homosexuales

En el vecino país del Ecuador, en la actualidad, es tema de debate la aceptación constitucional del Matrimonio entre personas del mismo sexo, compromiso legal que ya en otros países de Europa se han adelantado en su promulgación. Es indudable de que existe en toda comunidad, una gran cantidad de personas sexualmente activas de intereses conyugales para con personas del mismo género, que desean convivir legal e íntimamente una unión aceptada, en busca, con justo derecho, de la tan utópica felicidad; y en algunos casos, convivir también con la aceptación socialmente pública, es decir, en suma, el matrimonio, porque hay que entender de que un matrimonio es el reconocimiento público, social y legal, para la comunidad y el estado en forma de contrato que garantiza y exige derechos y deberes respectivamente, de la unión de 2 personas.

La ley, por principio, no está sujeta a un código moral ya que su función es la de equilibrar los derechos y deberes entre los ciudadanos y no la de inmiscuirse en una esfera privada; sin embargo, la ley regula los alcances del derecho para no mermar el de otros: una unión homosexual en matrimonio (acto público) afectaría al ciudadano y a la sociedad en sí?; las leyes responden a los hechos sociales que ponen de manifiesto la necesidad de la regulación oficial, pero también responde a la necesidad de una regulación coherente del estado para garantizar un país sano, pese a las exigencias de la mayoría, que si bien es cierto puede ser democrático, no necesariamente es correcto, ni siquiera razonable; cabe recordar que cada vez que un niño es víctima de violación el tema de la pena capital vuelve a ser tema de debate, más por indignación y rabia que por razonamiento y coherencia. En la actualidad, hay una variedad de muestras públicas de sexualidad de homosexuales manifestadas en formas de vestir, actividades, pronunciamientos en quienes públicamente se muestran como tales, aunque no con plena libertad: aun la sensibilidad familiar en países como Perú y Ecuador se incomodan ante una imagen de pareja del mismo sexo; por ejemplo, un niño de 7 años al pie de su televisor en la que un anuncio publicitario de carácter romántico es pauteado, un dulce beso de una pareja de colegio (secundaria) en claras muestras de amor y cariño; qué sucede si la pareja es de 2 jóvenes varones?, tan natural y moralmente normal como para que un niño en formación lo aprecie sin que esto afecte su percepción de familia?, seria la misma situación que la de una pareja heterosexual?.

En el Perú, hay muchos que proclamados de mente abierta y con la palabra libertad rebosando en sus labios acusan a quienes están en contra, de tener la mente cerrada, de tener poca cultura y/o de vivir en épocas que no le corresponden; muchos de ellos, son "respuestas" de bombardeo publicitario. Otros, acusan a los que hacen apología de estas, no muy antiguas propuestas, de atentar moralmente en contra de la sociedad, de arrebatar la decencia del país sano que algún día fue (no sé cuando), incluso, de ir en contra de los designios de Dios (que a decir verdad, según la Biblia, tienen razón). El debate está abierto; cada uno tendrá una particular postura al respecto, consecuente con su educación, formación y cercanía social con quienes son tema de discusión. Por lo pronto, antes de llegar a un matrimonio gay y a la adopción de parejas del mismo sexo, cosa que indudablemente afecta a un tercero (al niño), existe la posibilidad de una ley que ampare los derechos de convivencia y los beneficios que esto contrae tal cual un matrimonio (uno de los principales fundamentos de tales exigencias), sin que necesariamente sea público, es decir sin un matrimonio; tal vez sería más saludable para la sociedad hasta que los entendidos del tema, resuelvan las lindes del derecho sodomita, para un futuro de desarrollo con un pueblo sano y correcto.

Marco Palacios